dilluns, 29 de juny del 2009

Mini-relato negro 3

El agricultor con carné del Ku Klux Klan del campo de lechugas situado al extremo, siempre al extremo, de algún lugar del Baix Llobregat, atendió, como cada viernes por la tarde, a un grupo de marroquíes a los que él definía como "moros de mierda" para venderles las sobras de la semana a un precio módico. El agricultor defendía su postura ante los demás agricultores de la zona, no como un acto xenófobo e irracional, sino como una simple demostración de la vagueza española. Esa noche, el portavoz de los marroquíes negociaba las condiciones de su producto:

(esta conversación ha pasado por un censor muy amable que ha corregido los insultos racistas por frases y expresiones que no hieran directamente a la sensibilidad del lector)

- ¿Esto no lo han lamido los perros, no? - insinuó el portavoz marroquí.

- No, por favor, buen hombre, esta clase de vulgaridades no las ejecutan estos nobles animales.

- Algunos perros lo hacen...

- ¡Hay que ver! ¡Qué mal lo debéis pasar en vuestro poblado!





A Javi Martín.