dimecres, 22 d’abril del 2009

¡El gilipollismo es una realidad!

Los que creían que el gilipollismo era una religión que dudaría dos putos días deberán retractarse, ponerse de rodillas y suplicarme perdón eterno mientras me chupan la polla (algo de muy mal gusto, porque con la boca llena no se habla) en una balsa de gominolas y regaliz que flota en un lago de JB con Freeway Cola. ¿Por qué? Porqué el gilipollismo es la religión por excelencia, es el culto a la desfachatez, la desvergüenza y la falta de cabeza (no literalmente, por supuesto). ¿Y qué? Dirán muchos. ¿So what? Dirán algunos guiris. Pues que todos somos gilipollas, sólo nos falta aceptarlo. ¿Y cuál es la manera más rápida de aceptarlo? Demostrándonos a nosotros mismos cuán gilipollas somos después de una buena fiesta cargada de alcohol, drogas y pastillas juanola.

He aquí algunos de los nuevos adeptos a esta religión que vieron la luz después de empapar su alma con el sagrado brebaje (que llevaba alcohol), como hacen los cristianos...







¡Gilipollas del mundo, uníos a mí!

2 comentaris:

Àlvar ha dit...

He vist el del mig!!

Dr. Z ha dit...

Si con un solo vídeo ya te has convencido de que debes unirte a ésta, mi religión, ¡enorabuena! Algunos creerán que no has ganado nada, pero tú y yo sabemos que has ganado un nuevo culto sagrado, un culto que no te promete la salvación eterna, pero, coño, echaremos unas risas... has ganado el culto al gilipollismo.

Z for Zorglub